Pakito, el Tomelloso y una cagada.

Por aquella época me hallaba inmerso en una dieta naturista, yo no soy de ello y respeto a quienes se embarcan en esa aventura, pero mi condicionamiento de enfermedad crónica unido a un carácter un tanto pusilánime y añadido a una variable ausencia de personalidad me llevaron a hacer caso a no sé quién que le iba de maravillas, eso de que un señor mayor que se hacía llamar doctor me mirase el iris y diagnosticara que yo lo que tenía eran divertículos en el colón y que se me irían ingiriendo lo que él escribía con una vieja Olivetti Lettera en un papel acartonado con cuidada ortografía además de llevarme media tienda de productos dietéticos, que tenía “curiosamente” debajo de la consulta.

Así es como yo comencé aquel viaje en moto a la profundidad de La Mancha, con las alforjas de cuero llenas de botes de cristal con un caldo de borrajas y hojas de coliflor de sabor nauseabundo como comida, además de otras sanas torturas gastronómicas que harían las delicias de un vegano. Anduvimos por tierras de Albacete el segundo día, para después ir camino a Cuenca por tierras manchegas. La expedición la formábamos Oscar con su impecable Yamaha Fz 600 Fazer y yo con mí austera Harley Davidson Sportster 883 cargada de saludables “pitanzas”.

Tanto mi secuaz Oscar (al que yo llamo Pakito a cambio de que él se dirija a mí como Arturo) como yo compartíamos por aquel entonces una “tontuna” a medias que era la de llamar a todo lo que nos sonase como extranjero o de otro “planeta” e incluso escuchar una conversación que no fuera castellano que venía del Tomelloso (con todo el respeto a los naturales de allí y habitantes) y teníamos la sana ocurrencia de hacernos una foto con las motos al llegar delante de la señal indicativa de la localidad… craso error!

Nos fue imposible, la llegada a la entrada de la población era inviable hacer la foto ya que habían puesto una gran rotonda y el dichoso cartel estaba en su centro, además de no verse poníamos en riesgo nuestra integridad física y la de nuestras motos por el fluido tránsito.

Repostamos y continuamos, pensé que podríamos hacerla a la salida pero tampoco era un buen lugar y creo recordar que estaban esos señores de verde tan serios. Desechamos la idea y en el siguiente pueblo de pronto la vi… en un polígono industrial al pasar unas obras en la carretera: la ansiada señal aunque con fondo amarillo. Paramos e hicimos unas cuantas fotografías bajo el sol del mediodía y con el sonido de fondo de algunos claxon procedentes del paso de vehículos.

Pasamos de puntillas de la comida en casa de los tíos de mi amigo en un pueblito pequeño cercano a la capital conquense, tal vez sea porque él disfrutó mucho de comida proveniente de una orza y yo con aquel brebaje del demonio al que su tía por compasión añadió unos fideos.

Salimos raudos de allí, como en toda la ruta yo iba en cabeza así lo dispuso Oscar y a mí me daba igual. De pronto me adelanta, la carretera se vuelve sinuosa yo me alegro por él tiene una moto para disfrutar en ese tipo de via así que aunque no es muy “quemaíllo»…

¡Y sucede! Mi colón dice que necesita evacuar y me da un apretón. Yo intento avisarle, voy a su rueda, primero le cambio las luces, ni caso… después le toco el claxon insistentemente, nada… así que intento pasarle pero yo llevo un «tractor» así que ni por esas: este se ha picado consigo mismo y no puedo ni alcanzarlo.

Yo con mí “guerra interior» tiro la toalla y decido parar a mano en un lugar que parece adecuado, dejo la moto junto al arcén y me voy a unos matorrales cercanos… cuando he acabado y me dispongo dirigirme a la moto llega el tipo pitando espantado al no verme allí y la moto parada y en marcha se asustó… cuando aparecí le enseñé mano en alto un rollo de papel higiénico quedando claro el motivo de mi parada se casi se muere de risa… aún lo seguimos contando y nos tronchamos.

El viaje por Cuenca bien… por cierto.

Foto cortesía del archivo parroquial del administrador.

2 comentarios sobre «Pakito, el Tomelloso y una cagada.»

  1. José Manuel dice:

    Y quien, no se a visto en una situación de estas y no sólo ruteando en moto, muy bueno.

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